Contaminación del Aire



Chimeneas de CVG Alcasa, Ciudad Guayana, Venezuela. Foto Riolama



Contaminación del Aire


 Riolama Fernàndez, Biol. M. Sc.


En el siglo XIX, Estados Unidos y el Reino Unido estaban bien adentrados en la revolución industrial, que utilizaba predominantemente carbón bituminoso para la energía y la calefacción. El humo de carbón era para entonces la plaga de la vida urbana. Las ciudades situadas en zonas costeras como Londres, Nueva York y Berlín, estaban sujetas a inversiones atmosféricas, especialmente en invierno, que hacían que la materia particulada del humo negro, oscureciera la atmósfera, causando la contaminación del aire, con sus consecuentes daños a la salud humana, la vegetación y los materiales.

 

En la primera parte del siglo XX, se hacen los primeros reportes de incidencias de muerte debido a la contaminación del aire, encontrándose que el causante era el dióxido de Azufre (SO2) desprendido del carbón. Los funcionarios sanitarios y las asociaciones médicas identificaron los negros pulmones de los ciudadanos urbanos fallecidos, como evidencia de la inhalación mortal de aire contaminado, que produce fatiga y alteraciones bronquiales.

 

A partir de las evidencias científicas de muertes por la contaminación ambiental, empezaron a surgir todo tipo de organizaciones que atacaban al humo como una molestia, y a los gobernantes, por ser indulgentes con los contaminadores industriales.

 

Finalmente, los políticos e ingenieros tomaron cartas en el asunto para hacer reformas tendientes a atacar al humo como una molestia urbana. El detonante fue la nube de Londres en 1952 que duró varios días y causó 4000 muertes. Desde entonces, empezaron a promulgarse las leyes de aire limpio y leyes de control de la contaminación atmosférica, en los distintos países del mundo.

Es responsabilidad de la sociedad moderna, a través de sus gobiernos, velar porque las actividades económicas se realicen con el menor impacto posible al medio ambiente. Cabe destacar, que todas las actividades realizadas por el hombre, ya sea las actividades industriales, turísticas, urbanísticas, agrícola, forestal, minera, etc., generan contaminación en forma de emisiones atmosféricas, la cual debe ser manejada, controlada y/o tratada para preservar la calidad medio-ambiental y la salud humana.

 

Los efectos perjudiciales de las actividades antrópicas en la calidad del aire, se evidencian en los cambios en la concentración de los contaminantes, entre los que destacan el Dióxido de Azufre (SO2), Monóxido de Carbono (CO), Óxidos de Nitrógeno (NOx) y Partículas Totales Suspendidas (PTS), pero también son emitidos otros compuestos gaseosos que dependiendo de sus concentraciones y mezclas pueden llegar a ser sumamente nocivos.

 

En la actualidad, una de las principales fuentes de contaminación del aire la constituyen las fuentes móviles o vehículos automotores, que emiten monóxido de carbono (CO), hidrocarburos no quemados y óxidos nitrosos.

 

Leyes de Control de la Contaminación del Aire

 

En general, las leyes ambientales a nivel mundial constan de dos partes fundamentales

  1. Calidad de aire
  2. Emisiones atmosféricas

 

·         Calidad de Aire

La calidad de aire mide o monitorea la concentración de contaminantes atmosféricos de una ciudad o localidad, en una atmósfera abierta, de acceso público, con el fin de evaluar los riesgos o daños que puedan sufrir las personas o el medio ambiente en general, por exposición a dichos contaminantes a largo plazo. Los resultados obtenidos se comparan con índices o límites que apliquen según la normativa de cada país. Los contaminantes de referencia para determinar la calidad del aire medio ambiental son la concentración de partículas totales suspendidas, monóxido de carbono, el dióxido de Azufre y los óxidos nitrosos.

 

·         Emisiones Atmosféricas

Las emisiones atmosféricas son las que se liberan desde fuentes puntuales como las chimeneas. Las emisiones provenientes de una fuente fija o chimenea pueden consistir de solo gas o gases y partículas. Las leyes establecen los límites para la concentración de los contaminantes a ser emitidos al ambiente por las chimeneas de las industrias. También se establece la obligatoriedad, a las industrias, de hacer las respectivas mediciones, de acuerdo a su proceso productivo particular.

 

La mayoría de los países que tienen normas ambientales, usan los límites establecidos en el Acta de Aire Limpio de la Agencia de Protección Ambiental de USA, EPA. Esos límites fueron establecidos tras un prolongado y detallado estudio de salud poblacional en diferentes situaciones de exposición, donde se logró establecer un Umbral de Concentración para algunos contaminantes, garantizando que, para exposiciones a largo plazo con concentraciones inferiores a dicho Umbral, no se demostraron efectos adversos en la salud de la población, incluso para niños, enfermos o ancianos. Solamente aquellos contaminantes para los que se logró establecer dicho Umbral son calificados como Contaminantes Criterio, y están incluidos en la lista de Límites de Calidad del Aire del Acta de Aire Limpio, la cual se ha adoptado en todas las normativas de todos los países. Se trata, por tanto, de unos límites que garantizan la salud poblacional.

 

Las caracterizaciones que realizan las empresas de las emisiones de sus chimeneas, se contrastan con los límites establecidos por la EPA. Sin embargo, algunos países en vías de desarrollo, como los países latinoamericanos, suelen flexibilizar dichos límites, ya que la producción industrial, en estos países, puede tener limitaciones económicas a la hora de implementar dispositivos de control de la contaminación atmosférica en sus procesos productivos.

 


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