Riolama Fernández
Cuando la vida pierde sentido porque lo único que
puedes pensar es salir de este gobierno. Cuando comer pierde sabor y la
cotidianidad pasa desapercibida porque el único norte es la libertad. El
trabajo, el quehacer diario, el cansancio, el hambre, la sed, el calor, la
lluvia ya no se siente porque tu cuerpo solamente ansía justicia. Cuando lo que
vives a diario deja de ser importante porque lo trascendental se apodera de tu
mente, de tu cuerpo y de tu espíritu. Es el hecho de estar poseída por un
guerrero interno que late y te impulsa y ya no sientes sino una fuerza interior
que hace que todo lo que te rodea es como si no existiera y vas tras un ideal.
Platón se vuelve tangible, lo entiendes cada vez mejor, el mundo del Eidos es
lo que te ocupa y sabes que no es vulgar utopía marxista, Venezuela libre,
justa, democrática y próspera como debería ser un país tan privilegiado en
recursos naturales y humanos.
Resulta incomprensible como llegamos a esta situación,
como nos dejamos, como caímos en ser gobernados por sátrapas y delincuentes,
gente sin cultura pero inteligente para corromper y destruir cuanto toca.
Parecemos ingenuos protestando pacíficamente ante un régimen asesino. Algunos
todavía se sorprenden, algunos aun temen salir y unirse a las protestas y nos
miran de lejos incrédulos como si lo que pasa no les perteneciera, como si
fuera asunto de otros y no de ellos, “La Vida Está En Otra Parte” escribió
Milan Kundera, siguen su vida normal, se levantan, comen, van a trabajar o
buscarse la vida, toman el bus, el taxi o suben a sus carros, llegan a sus
casas y simplemente viven su día a día en este país depauperado, donde casi
nada funciona o no funciona bien, los servicios públicos lamentables en un país
petrolero donde los gobernantes ostentan groseras fortunas producto del dolo,
donde los sueldos no alcanzan sino para apenas comer, donde ya no puedes hacer
planes para el futuro, ahorrar no se puede, viajar o pensar en vacaciones es
cosa de otros tiempos, comprar ropa es un lujo, acceder a medicinas o servicios
de salud es misión imposible, pero no es asunto de ellos y quienes protestamos
somos seres raros, de otro mundo, de otra madera o de otro calibre, oh si, nos
miran con mucho respeto y hasta admiración, pero no, no es suficiente, no
quiero ser admirada ni respetada por una lucha que debería ser de todos.
Es cierto que más del 85% del país no quiere este
gobierno, pero no somos el 85% quien está luchando en las calles, somos muchos
pero hacen falta más. ¿Cuándo es el paro general? piden los más radicales y
quienes no lo somos ya estamos entendiendo esa necesidad definitiva. Un
paro de transporte pienso que sería bueno porque así nadie podrá ir a trabajar,
pero sin ir al trabajo ¿saldrán a protestar o se quedaran en sus casas?
frescolitas como ahora, ¿perderán el miedo? o ¿se quedaran miedosos? esperando
que los guerreros de siempre demos la batalla. ¿Será que la sangre de
libertadores no fluye igual entre todos nosotros? ¿Por qué ando yo como zombi
poseída por un espíritu de libertad? Cuando me confirmé en la fe católica
entendí por qué el evangelio se oye de pie, los cruzados agarraban sus escudos
y sus espadas y lo leían bien plantados, dispuestos a difundirlo por el planeta,
es algo así lo que me ocurre, y es tan difícil entender como otros no sienten
lo mismo. Veo los gochos organizados entre ellos mismos, enfrentando este
régimen sin seguir directrices de la MUD y como han tenido éxito. ¿Por qué no
todos los venezolanos son poseídos por el mismo espíritu libertario? No puedo
entender la parálisis de muchos, ¿Qué clase de sangre fluye por sus venas? o
¿no les fluye nada? ¿qué esperan? Maduro
no va a renunciar, cada día se inventa una para permanecer en el poder a costa
de lo que sea, aunque para ello haya tenido que convertirse en el peor dictador
de nuestra historia, en el menos decente, en el más déspota y despiadado. La
lucha no es fácil, no está siendo nada fácil por eso debemos arreciar y los
necesitamos a todos. Muchos preparan maletas para regresar cuando todo esté
arreglado y ¿quién lo va a arreglar si te vas?, si se van, si nos vamos.
El país ha sido abandonado por venezolanos entre 18 a
30 años que esperan que quienes nos
quedamos tumbemos al gobierno para ellos regresar. Está bien salir a forjarse
una vida y un futuro que Venezuela en este momento no ofrece, pero tampoco
parece muy justo para quienes decidimos quedarnos a rescatar este hermoso país.
Solamente me queda rogar no te vayas, quédate a
luchar, si no te has unido a la lucha es hora que te unas como puedas, dentro
de tus propias posibilidades y limitaciones haz algo, si no puedes caminar
lleva agua, comida, si no puedes salir cacerolea en tu casa, en tu barrio con tus
vecinos, invéntate una, pero haz algo. Únete a la lucha hermano y reza para ver
si te llenas del espíritu santo libertario.
Sécómo te hierve la sangre ,a mi también y al 90% de los venezolanos ;pero, tengo la profunda certeza que existen muchísimos factores a nivEL NACIONAL e internacional que también ayudarán a esclarecer esta terrible situación.Tan desolados no estamos.y Vamos con el paro general pronto
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