Día Internacional de la Mujer en la Venezuela de hoy





Riolama Fernández, Biol. M. Sc



El 8 de marzo es la fecha reconocida por la Organización de Naciones Unidas (ONU) para celebrar el Día Internacional de la Mujer, y rendir homenaje a la lucha de las mujeres por su participación igualitaria en el mundo del trabajo y en la sociedad en general. Esta fecha comenzó a celebrarse en 1911, pero se interrumpió por la II Guerra Mundial, luego de la cual se retomó la celebración, impulsada por la Federación Democrática Internacional de Mujeres, según la propuesta de la dirigente comunista alemana Clara Zetkin, integrante del Sindicato Internacional de Obreras de la Confección, quien propuso celebrar anualmente un día de acción universal por los derechos de paz y progreso social de la mujer.


Hoy en día las mujeres todavía luchan no solamente por lograr una participación en la sociedad sino por el justo reconocimiento y valoración de su indiscutible participación en los distintos roles sociales, donde sigue siendo discriminada, ya que si bien es cierto en Occidente la mujer logra desempeñarse en los mismos ámbitos que los hombres, también es cierto que la valoración y remuneración por el mismo trabajo, sigue siendo subvalorado.


EN VENEZUELA 

Durante el Gobierno de Isaías Medina Angarita en 1944 se comenzó a conmemorar esta fecha con la participación masiva de las mujeres, quienes llevaban consignas destacando sus metas de lucha, además de exigir igualdad de oportunidades. 

En Venezuela el rol de la mujer es predominante y determinante dentro de la familia y por ende en la sociedad. La mayoría de los hogares del país son mantenidos por mujeres quienes son el sustento familiar, trabajando fuera del hogar, rol tradicionalmente atribuido a los padres, pero a la vez desempeñan con ahínco el rol materno del cuidado de los hijos y manteniendo todo lo referido al hogar. Lo que comúnmente se traduce en que “son padres y madres a la vez”.

Durante el gobierno de Hugo Chávez hubo intentos por consolidar jurídicamente la igualdad y equidad de género, visibilizándola a partir de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que dio pie a la creación del Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, la Ley de Igualdad de Oportunidades para la Mujer, la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, entre otros instrumentos legales, sumado a la creación de fiscalías, Casas de la Mujer. Asimismo, Venezuela es el tercer país con el permiso materno más largo y remunerado del mundo, después de Canadá y Noruega.

A pesar de estos intentos jurídicos de lo que se da por llamar el legado del Comandante Chávez, la realidad económica actual que se vive en Venezuela por la implementación de un modelo económico fracasado a nivel mundial como lo es el intento de un comunismo-fascistoide autodenominado Socialismo del Siglo XXI, que ha llevado a la expropiación de empresas y destrucción del aparato productivo nacional, que ha traído como consecuencia la escasez y desaparición del mercado de artículos de primera necesidad, que a su vez está repercutiendo no solamente en un desmejoramiento de la calidad de vida de todos los venezolanos sino que afecta y viola directamente los derechos de la mujer tales como:

1. El derecho a decidir sobre su cuerpo y la maternidad negándosele el libre acceso a obtener anticonceptivos porque no se encuentran disponibles en el mercado.

2. Se le denigra su dignidad de mujer al no tener libre acceso al uso de toallas sanitarias.

3. Se le somete a largas horas de tortura en colas donde son maltratadas, humilladas y hasta golpeadas y amenazadas por intentar comprar pañales y leche para sus bebés lactantes y comida para sus hijos.

4. No tienen acceso a un sistema de salud que funcione y garantice sus derechos básicos constitucionales.

5. Obtienen salarios insuficientes para mantener un nivel de vida mínimamente digno y cónsono con el trabajo que desempeñan, además, en muchos, son peor pagadas que los hombres por el desempeño del mismo trabajo y se les cercena el derecho a ascenso solamente por el hecho de ser mujer.

6. El Estado no garantiza un transporte urbano decente y eficiente, por ello las mujeres se someten a situaciones de abuso de su cuerpo al tener que tropezarse y restregarse con otras personas para poder abordar un autobús o metro, además de ser amenazadas con frases “si no te gusta vete en taxi”.

7. Muchas de estas mujeres luego de trabajar en la calle y pasar sus horas libres en una cola para comprar comida y vivir el maltrato en transportes públicos, llegan a sus casas y siguen siendo maltratadas por sus maridos desempleados a los que ellas también mantienen.


Ante esta triste realidad, no es raro escuchar quejas en la mujer venezolana que no hayan como decidir acerca de las funciones biológicas de su cuerpo ya que si no encuentran toallas sanitarias tal vez salir embarazada sea una opción, pero si sale embarazada luego no encontrará leche ni pañales, pero es bastante factible que quede embarazada aunque no quiera porque no hay pastillas anticonceptivas. De manera que la mujer venezolana ha perdido el derecho de decidir sobre su vida y su cuerpo. 


Con la pérdida del valor de la moneda y de sus bienes materiales, la mujer venezolana ha perdido su libertad, sus derechos y su dignidad no solamente como mujer sino de ser humano.



Comentarios