LA ESTAFA LABORAL




LA ESTAFA LABORAL


Riolama Fernández



Desde el año 2007 a los empleados del sector público no se les aumenta el sueldo, a pesar que para cada primero de Mayo se anuncia un incremento del sueldo mínimo, lo cierto es que estos aumentos no tocan ni de lejos a los empleados públicos, ya que ellos no devengan sueldo mínimo, por tanto el citado aumento es para nadie. Pudiera pensarse que este beneficio está destinado a los obreros que en la escala de sueldos y salario pudieran estar en sueldo mínimo, sin embargo las escalas de sueldos del sector público están diseñadas para que nadie en verdad gane sueldo mínimo, de manera que nadie es beneficiado con el aumento presidencial. Si por casualidad algunos obreros recibieran el aumento del salario mínimo, estos, sin duda, serian una minoría que además estarían ganando sueldos muy similares a profesionales técnicos y universitarios, sector que por cierto no ha recibido ningún tipo de aumento en el último quinquenio. Es decir, en 14 años de socialismo, a los profesionales y técnicos del sector público solamente se les ha aumentado el sueldo una sola vez. Sin embargo, no es un secreto la inflación desmedida que han sufrido los productos de la cesta básica en Venezuela durante este tiempo.

Ahora bien, se sabe que desde el famoso carmonazo, año 2002, el gobierno dio al traste con la representación sindical, cercenando de alguna manera la libre representación de la clase trabajadora, especialmente la del sector público, pues el Estado además de patrono se erigió en líder único de los trabajadores enterrando cualquier liderazgo incipiente surgido del seno mismo de la masa laboral. Es por ello que cualquier iniciativa, avanzada por la representación sindical, siempre salió al público como una dádiva generosa del gobierno, ocultando bajo la mesa los verdaderos líderes que promovieron las mejoras de los beneficios ya existentes en los ya viejos y caducos contratos colectivos.

Desde hace muchos años, desde la representación sindical del sector público se han promovido mejoras en los beneficios de los trabajadores, tendientes a actualizar la contratación colectiva. Uno de los puntos álgidos, que se ha engavetado, tiene que ver con la solicitud de jubilaciones con último sueldo integral. Sucede, que las jubilaciones son calculadas no con el sueldo integral sino con el sueldo base y no con el ultimo sueldo devengado sino con el promedio de los sueldos de los últimos 2 años, por lo que un empleados de 55 años de edad que prestó servicios a la administración publica nacional por 25 años es jubilado con el 62.5% de su sueldo base. Recordemos que el sueldo base del sector publico es irrisorio, ya que el mayor componente del salario lo forman las primas y las compensaciones, por lo cual las jubilaciones del sector público constituyen una franca estafa a la clase trabajadora del sector público.

Recientemente salió una nueva escala de sueldos del sector publico, que no contempla en modo alguno las primas ni las compensaciones, sino que continúa la estafa del llamado sueldo base.

En los años 2006 y 2007, quien suscribe emitió una solicitud pública denominada “Lo que los empleados públicos queremos”, allí solicitaba la revisión de las escalas de sueldos y salarios donde las llamadas primas y compensaciones pasarán a formar parte del sueldo, de manera de hacer justicia a la hora de calcular las prestaciones sociales y las jubilaciones, y dejaran de ser una estafa al esfuerzo, vida y trabajo del servidor público.

No cabe la menor duda que el Ministerio de Planificación y Desarrollo tiene gente inteligente que siempre pone a ganar al patrono en detrimento del trabajador, pues aparentemente se atienden las peticiones y se actualizan las escalas de sueldo, pero siempre con la misma estafa del llamado “sueldo base”, que constituye menos del 40% del sueldo integral, es decir que el 60% sueldo de un servidor del Estado se entrega en forma de dádiva o beneficio no como fruto del valor autentico del trabajo. 






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