EVOLUCION Y REVOLUCION








Riolama Fernández





A los filósofos revolucionarios

Hace más de siglo y medio Charles Darwin puso en marcha una verdadera revolución científica con la publicación de su obra "Sobre el origen de las especies por medio de la Selección Natural", que documentó el papel de la adaptación de los individuos como clave para la supervivencia ante circunstancias cambiantes.

Estudios más recientes con técnicas más avanzadas corroboran el criterio ampliamente aceptado según el cual la variabilidad genética dentro de una especie está relacionada con la variabilidad ambiental, es decir, cuando el ambiente es inestable, las especies con mayor variabilidad genética estarían en ventaja, ya que la posibilidad de sobrevivencia de algunos fenotipos adaptados a los cambios ambientales es mayor que en las especies y poblaciones donde la variabilidad genética es baja.

Dentro de una misma especie, los individuos se diferencian entre sí por muchos rasgos genéticos, como por ejemplo la composición química de las proteínas, esta diversidad parece estar mantenida por la selección natural, teoría ampliamente demostrada por innumerables estudios de genética de poblaciones en distintas especies de organismos en diferentes latitudes del planeta. No obstante, a partir de los años ochenta aproximadamente, se realizaron algunas investigaciones donde los componentes genéticos o alelos se manifestaron neutrales a la selección natural. Para explicar este fenómeno, el señor Matoo Kimura elaboró la Teoría Neutral o la teoría aleatoria, según la cual las mutaciones ocurren aleatoriamente y son mantenidas por un reloj evolutivo molecular, con esto explica las "excepciones" que siempre han ocurrido, ocurren y siempre ocurrirán en la naturaleza y que no pueden ser explicadas ni por la ley de la selección natural ni por la sola ley de las mutaciones, las cuales por cierto suelen suceder de manera simultanea en las poblaciones.

Debo reconocer que hace ya varios años que abandoné las investigaciones con técnicas bioquímicas, aplicadas a la genética de poblaciones, entre otras cosas porque sentí que la matanza de animales, los reactivos químicos y el claustro en un laboratorio ya no me interesaban para demostrar la única certeza que me quedó de tantos años de investigación: que la individualidad existe y se manifiesta en la naturaleza de las formas más inesperadas y siempre inexplicable. De esta certeza lo único demostrable en un laboratorio es que la base de la individualidad es la variación y es sobre esta variación donde actúa la selección. Esas "rarezas" que  Kimura llamó "alelos neutrales a la selección" no constituyen otra cosa que una firme manifestación de la individualidad, donde no hay medio adverso, ni competidor, ni heredabilidad que le impida manifestarse y mantenerse dentro de la población, ocurriendo casos donde la tasa de la frecuencia de alelos neutrales llega a ser similar a la tasa evolutiva. Qué significa esto, pues que la  individualidad está capacitada para mantenerse en el tiempo sin necesidad de adaptarse. Tal vez este hecho constituya el principio genético de la libertad. Cómo puede denominarse la espontánea manifestación de lo diverso (individualidad) en armónica convivencia con otros diferentes y sin tener que adaptarse para sobrevivir, eso lo entiendo como libertad.

Se que muchos teóricos, sociólogos y filósofos modernos han desarrollado interesantes y bien argumentados tratados que plantean la muerte del sujeto, la pérdida de la individualidad dentro del marasmo de la masificación del pensamiento donde los medios de comunicación social juegan el rol diabólico de verdugo principal. Esos mismos u otros teóricos le han dado hasta con la punta del pie a la  ciencia y su método científico y también otros han desarrollado teorías socio-políticas para ser implementadas en las sociedades humanas como una búsqueda de la liberación, la justicia social, la equidad en la distribución de las riquezas y demás bienes y derechos muy razonablemente humanos, y que al ser implementadas representarían una revolución en el modo de vida de los ciudadanos.

Dentro de este conjunto entra la polémica actual sobre la globalización como pérdida de la identidad y en consecuencia de la individualidad-libertad, pero, es que acaso la aplicación de las teorías o sistemas políticos en las sociedades no constituye también otra forma de trato masivo y por ende de "pérdida" del sujeto e irrespeto a su libertad-individualidad?.

Yo entiendo las teorías políticas como un mecanismo de activación neuronal que permite a los filósofos el deleite de nadar en un discurso de motivaciones y pensamiento elevado, permitiéndoles el despliegue de ciertas capacidades individuales a los pensadores, pero que al tratar de aplicarlas tienden a masificar todo. En consecuencia, no creo en teorías ni en políticas revolucionarias porque todas atentan contra el individuo y su potencialidad genética de libertad.

Tal vez porque provengo de las ciencias puras, tengo la limitación mental para reconocer revoluciones ocasionadas por la aplicación de concepto o modelo político alguno. Las únicas revoluciones que reconozco como tales son los indiscutibles cambios que ocurrieron en la humanidad por la invención de la rueda, la electricidad y la imprenta. Después de esos inventos y lo que causaron, cualquier otra cosa que ose llamarse revolución no pasará de ser una ostentosa y ridícula necedad.





Riolama Fernández, Biol. M. Sc.

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