Surgimiento de los Evangelios como Género Literario


Surgimiento de los Evangelios como Género Literario


Elaborador por: Riolama Fernández, Biol. M. Sc.


¿Cómo Nacieron los evangelios?

Los evangelios nacieron:
  1. De la vida y ministerio público de Jesús
  2. De la predicación de los apóstoles
  3. De los evangelios escritos

¿Cómo han llegado los evangelios hasta nosotros?

En lo que respecta a los evangelios escritos, estos surgieron por la necesidad de apoyar la enseñanza oral de las primeras comunidades cristianas. Los evangelios eran escritos, dirigidos a comunidades cristianas concretas, por ejemplo, Marcos escribió para las comunidades situadas en Roma o fuera de Palestina, Mateo para los judíos convertidos al cristianismo. Cada evangelio se escribió una sola vez, pero a falta de imprenta y dada la necesidad de hacer llegar la Buena Nueva a otras comunidades, surgieron los copistas, quienes transcribían el evangelio para hacerlos circular a otros lugares. En esas transcripciones podían ocurrir omisiones o leves cambios, pero existen muchos manuscritos por lo que es posible hacer confrontaciones de textos que permiten reconstruir con bastante fidelidad los primeros evangelios que circularon entre las primeras comunidades cristianas.

Tres estadios de la formación de los evangelios

Existen dos fechas claves que ayuda a definir los tres estadios, bien delimitados desde el punto de vista cronológico, que corresponden con tres fases en el proceso de composición de los evangelios. Estas fechas claves son la muerte de Jesús (30 dc) y la destrucción del templo de Jerusalén (70 dc).

Primer estadio corresponde a la actividad pública de Jesús  (6 ac- 30 dc): El evangelio comienza a elaborarse con la predicación pública de Jesús y su crucifixión.

Segundo Estadio es la primera generación de discípulos (en Palestina y la diáspora): Los judíos que afirman que Jesús es el Mesías lo hacían en las sinagogas, de donde fueron expulsados, convirtiéndose en cristianos. Pedro y Santiago anuncian en Jerusalén la vida de Jesús y Pablo lleva el evangelio más allá de Palestina.

Tercer estadio es la tercera generación de discípulos (en las dos diásporas): El segundo exilio o diáspora, se produjo en el año 70 d.C. cuando el general romano Tito, futuro emperador, derrotó una revuelta judía, y destruyó el segundo Templo de Jerusalén.

Un mayor número de judíos fue expulsado después de que fuera aplastada la rebelion de Bar Kojba en el año 135 d C. Desde entonces los judíos se dispersaron por todo el Imperio romano y posteriormente por el mundo, encontrándose en casi todos los países

El comienzo de la tradición oral durante la actividad pública de Jesús
a)    la relación de Jesús con sus discípulos: llamada – seguimiento – envío
b)   la forma de hablar y actuar de Jesús: fórmulas que se repiten y gestos llamativos
c)    la cultura de la memoria y tradición en el judaísmo.

Relación de Jesús con sus discípulos: Llamada – Seguimiento – Envío
Llamada: cuando Jesús dice a sus discípulos “ven y sígueme” “os haré pescadores de hombres”. Jesús selecciona a sus discípulos. Esta selección es clara en Lc 9, 57-59 donde alguien le dice “te seguiré adonde quiera que vayas”. Jesús respondió: los zorros tienen madrigueras y las aves del cielo tienen sus nidos, pero el hijo del Hombre no tiene donde descansar la cabeza. A otro le dijo: sígueme”

Seguimiento: Jesús formó a los discípulos para su misión y les enseñó todo lo que tiene que ver con el reino de Dios.

Envío: “Habiendo reunido a los doce, Jesús les dio autoridad sobre todos los demonios y poder para sanar las enfermedades. Y los envió a anunciar el reino de Dios y hacer curaciones”. Lc 9, 1-2

La forma de hablar y actuar de Jesús: Fórmulas que se repiten, gestos llamativos.

“Qué forma de hablar es esta” , “de donde le viene esa autoridad”.

La cultura de la memoria y la tradición del judaísmo.

En los judíos el ejercicio de la memoria era fundamental para transmitir lo que se sabía. Los apóstoles era judíos. Se aceptan las transmisiones de los apóstoles a los discípulos. Los apóstoles la recibieron del Señor Jesús. Los apóstoles transmiten a las siguientes generaciones la revelación cristiana. Se presentan como testigos de la resurrección de Jesucristo, “Cristo ha resucitado y nosotros somos testigos”, pero para interesarse en la resurrección comienzan a interesarse en la muerte y la pasión, luego en la vida. De manera que los evangelios comienzan con el anuncio de la resurrección. Surgen nuevas comunidades interesadas en la resurrección de Jesús. Se transmite en el marco de la liturgia al compartir el pan y el vino decían: “no saben que es el cuerpo de Cristo lo que comen y su sangre lo que beben”. Pablo hacía oraciones para bendecir el pan y el vino y lo ofrecía a Dios según el Antiguo Testamento. La liturgia fue fundamental para la transmisión de la Palabra de Dios o evangelio.



La transmisión de las tradiciones entre los discípulos de la primera generación:

Los primeros discípulos reciben el anuncio directo de los apóstoles. La resurrección de Jesús  es el “liquido revelador”, se narran hechos y relatos a través de la tradición oral y diversas formas de transmisión popular, discipular y comunitaria.

La Redacción de los Evangelios durante la Segunda Generación.

La aparición de los evangelios escritos es de la segunda generación cristiana. Las tradiciones se colocan por escrito cuando desaparecen los testigos presenciales. La comunión entre las distintas comunidades fue lenta. Por ejemplo la comunidad juánica era conocida como gnóstica y le costó ser reconocida como comunidad cristiana. La composición de los evangelios supuso un paso muy importante en la transmisión de los recuerdos sobre Jesús, centrado en la persona.

Los evangelios se centran en la persona de Jesucristo, en su vida y en su obra.

 

Fases de la Tradición Evangélica

La Fase I corresponde al tiempo en que vivió y actuó Jesús hasta alrededor del año 33, tomando como objeto lo que él hizo y dijo

La Fase II comenzaría después de la muerte de Jesús, la fe en su resurrección y la predicación o kerigma, durante la cual los recuerdos anteriores se habrían fundido con la nueva imagen de la fe en cuanto Señor y Cristo resucitado, de tal modo que más que la precisión sobre acciones y palabras les importaba a los predicadores transmitir su fe en él, adaptándolas a sus oyentes

La Fase III, se desarrollaría a partir de los escritos de los evangelistas, entre aproximadamente los años 65 (Marcos) a 90 (Juan), pasando por el 80 (Mateo, Lucas).

Si bien ya en la fase II habría ciertos escritos, como es el caso admitido de la llamada fuente Q en griego, anterior al menos a Mateo y Lucas, que la habrían utilizado. Por tanto, sería un error confundir la fase III (lo escrito por los evangelistas) con la І (lo dicho exactamente por Jesús), tomando ingenuamente la literalidad de los textos evangélicos como directamente expresivos de acciones y palabras del propio Jesús, cuando, históricamente en realidad constituye el "testimonio de cómo se predicaba a Jesús, durante los años 30, 40 y 50" (3). Sin embargo, podemos valernos de los relatos evangélicos para saber algo del Jesús histórico, siempre que tengamos en cuenta que "lo que los evangelios nos presentan de la fase I ha sido filtrado a través de la tradición de la fase II y el proceso selectivo, editorial y explicativo de la fase III; ahora bien, aunque nos ofrezcan más bien el modo en que se presentaba al Jesús de la fe, en los comienzos del cristianismo, lo que narran sobre lo que hizo y dijo Jesús puede estar basado en algo que él había dicho y hecho, pero ese "algo" hay que descubrirlo en cada caso, con métodos de crítica formal y redaccional (3).

Los evangelios han recuperado cierto grado de credibilidad histórica y se consideran la plataforma válida para acceder al Jesús de la historia. Se trata entonces de ser capaces de situar bien el texto del relato de las acciones y palabras de Jesús, en su verdadero contexto, y reconstruir al menos las grandes actitudes que caracterizaron su persona, así tendríamos sólidos indicios de lo que fue su estilo de vida, sus actitudes, gestos y palabras, lo que nos ayudaría a penetrar un poco en su conciencia. Paradójicamente, muchos autores consideran que la contribución más clara a la cristología de Jesús, proviene más de sus comportamientos que de lo que pudiera haber dicho.

La fe en la resurrección y glorificación de Jesús, modificó profundamente de manera retrospectiva la imagen del Maestro y las representaciones mentales que de Jesús tuvieran sus discípulos y quienes lo acompañaron. Luego de su muerte, Jesús pasa de ser El Maestro para ser El Señor. La personalidad de Jesús queda como envuelta y traspasada por esta nueva luz que transfigura sus acciones y palabras, confiriéndoles un nuevo e insospechado sentido, seleccionando recuerdos y rememoraciones que se van muy pronto elaborando en las primeras comunidades cristianas. Psicológicamente, habrá que tener en cuenta también un efecto positivo: los evangelistas y demás testigos cuidarán, a la vez, de respetar su memoria, sin distorsionar, su figura y la significación de sus actitudes, aunque hayan acomodado y dramatizado sus acciones y palabras, cuyo recuerdo continuaba vivo en las comunidades, deseando seguir siendo testigos del Jesús auténtico sin falsear su testimonio. La propia comunidad cristiana, por una parte idealizó los aspectos más humanos de Jesús desde la fe en su divinidad, y por otra, se preocupó de discernir lo que expresaba realmente el modo y estilo de ser y de actuar de Jesús, de las mixtificaciones 'apócrifas', que terminaron por no ser recibidas como auténticas ni de su persona ni de su mensaje.


Identificación de  las tres fases de la tradición evangélica a partir de Lc 9, 57-62 y Mt 8, 19-22

Los textos de Lc 9, 57-62 y Mt 8, 19-22 narran el mismo hecho. Sin embargo cada evangelista lo hace a su manera. Mateo es más parco, mientras Lucas se extiende un poco más en el relato para resaltar los niveles de exigencia y selectividad de Jesucristo. Sin embargo, sobre el mismo hecho Lucas dice que “alguien le dijo: Te seguiré adondequiera que vayas”, mientras Mateo aclara que fue un maestro de la Ley el que se acercó. La respuesta de Jesús es idéntica en ambos relatos, por lo que se presume provienen de la misma fuente  “los zorros tienen madrigueras y las aves del cielo tienen sus nidos, pero el hijo del Hombre no tiene donde descansar la cabeza”. Esta expresión revela la manera particular de Jesús de ser selectivo con quienes iban a seguirle. Mientras a un maestro de la Ley le respondió tratando de disuadirlo para que no le siguiera. A otro simplemente le dijosígueme”, quien quiso tomar tiempo para enterrar a su padre y Jesús fue claro al decirle que su misión era anunciar el Reino de Dios y que era prioritario antes que los asuntos familiares. Con la fraseDeja que los muertos entierren a sus muertos; pero tu tienes que salir anunciar el Reino de Dios”. Refleja la claridad que tenía Jesús sobre la capacidad de esta persona para anunciar el Reino de Dios y que esa sería su misión en adelante, por lo que su vida hasta ese momento quedaría atrás. Mateo no dice explícitamente “anunciar el Reino de Dios”, sin embargo aunque no está escrito, se sobre entiende.

Sobre el mismo hecho, Lucas habla de un tercero que también se ofreció a seguir a Jesús, que no fue mencionado por Mateo, pero cuya mención sólo sirve para recalcar el sentido de lo ya expresado, que Jesús era selectivo y exigente con quienes le seguirían.


Del hecho bíblico citado por Lc 9, 57-62 y Mt 8, 19-22, no nos debe importar saber lo que dijo Jesús exactamente, si no la significación del hecho narrado. Lo que dijo verdaderamente sólo es posible saberlo a través de lo que otros dijeron que dijo, “sin preocuparse la mayor parte de las veces, de la literalidad de sus dichos, sino de su significación dentro de un contexto”, que puede variar de un narrador a otro.


Lo única información válida sobre Jesús, son los evangelios, que hacen revivir a Cristo en sus múltiples perfiles, y podemos verle y entenderle y aproximarnos a su existencia. De manera que cuando existe un rasgo de personalidad implícito en un hecho o dicho atribuido a Jesús por un evangelista, que es similar o muy coherente con otro que aparece como propio del Jesús histórico, puede ser considerado como fiable. Este es el caso del hecho narrado por Lc 9, 57-62 y Mt 8, 19-22. De donde se desprende, que aunque el hecho y los dichos sean compuestos o recompuestos por los evangelistas de acuerdo a su contexto comunitario, pensando en los destinatarios (comunidades a quienes el escrito iba dirigido), ellos hayan cuidadosamente respetado la imagen y estilo de ser, actuar y hablar de Jesús, en sus rasgos y actitudes más típicos, provenientes de la primera fase de la tradición y fielmente transmitidos en la segunda fase, hasta ser escritos en la tercera fase.


En Lc 9, 57-62 y Mt 8, 19-22 se muestra la manera en que Jesús fue exigente y selectivo con sus discípulos y seguidores. En general, las grandes actitudes de Jesús, que vendrán implícitas, en la propia exposición kerigmática, que reflejan los evangelios, de los primeros predicadores cristianos, que "anunciaban al Jesús muerto y resucitado, y transmitían fielmente al menos el contorno de su figura, resaltando los rasgos principales de su personalidad" (3). Este núcleo comprendería cuatro rasgos distintivos: "su libertad suprema, su proclamación de la igualdad entre los seres humanos, su apertura universal a todos, especialmente a los excluidos de la sociedad, y su amor solidario, como resultado de sentirse poseído por el Espíritu de Dios-amor a quien llama "Padre".


La vida de Jesús testifica la conciencia de la propia relación filial al Padre. Su comportamiento y sus palabras que son las del "siervo" perfecto e implican una autoridad que supera la de los antiguos profetas y que pertenece a Dios solamente. Jesús alcanzaba una tal incomparable autoridad por su singular relación con Dios, a quien llamaba "Padre mío". El tenía conciencia de ser el Hijo único de Dios y, en este sentido, de ser él Dios.


Jesús conocía la finalidad de su misión: anunciar el Reino de Dios y hacerlo presente en su persona, en acciones y palabras suyas, a fin de que el mundo sea reconciliado con Dios y renovado. Aceptó libremente la voluntad del Padre: entregar su vida para la salvación de todos los hombres; sabía que él había sido enviado por el Padre para servir y dar la vida por muchos. Para realizar esta misión salvífica, Jesús ha querido reunir a los hombres en vistas al Reino y convocarlos junto a sí. Para este fin, Jesús ha llevado a cabo actos concretos, cuya única posible interpretación, tomados en su conjunto, es la preparación de la Iglesia que llegará a constituirse definitivamente en la época de los acontecimientos de la Pascua y de Pentecostés. Es por ello que se afirma que Jesús quiso fundar la Iglesia.





BIBLIOGRAFÍA


1.    La Biblia Latinoamericana. Edición Pastoral. Ediciones Paulinas. LXXIV Edición.

a)   Lc 9, 57-62
b)   Mt 8, 19-22
  1. Guía de Teología para Laicos. Los Evangelios Sinópticos. Tema 2. ¿Cómo nacieron los Evangelios?.



  1. Psicología de Jesús. Método y Sentido Básico. Antonio Vázquez Fernández. El Blog de X Pikaza.  httpt//blogs.periodistadigital.com.


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